jueves, 23 de octubre de 2008

Reconstruyendo el muro de Wall Street (por Matías Doneri)

La Hegemonía mundial le propinó al mundo otro, unos más, de sus nefastos “des-echos”. Alfredo Zaiat escribió el 20 de Septiembre pasado que “la caída del muro de Wall Street” implica el fin de una era para pasar a un Sistema Capitalista regulado de otra forma. Se habla de una hipotética transición hacia un mundo más multipolar . Signos de pregunta sobre cómo y cuándo esto seria posible con o sin conflictos bélicos de cuán envergadura. Por el momento, en estas últimas semanas los gobiernos de los países “centrales” se han ocupado de tratar de salvar lo que pudieran del sistema financiero antes de que se contagie aún más la economía “real” y los efectos recesivos sean mayores. Sus economías venían entrando en recesión, y esta crisis expresa su capacidad para exportar sus problemas internos. También perduran otros rastros fuertes de hegemonía: muchos poseedores de capital siguen refugiándose en el dólar (uno de los más fuertes símbolos e instrumentos del poder) y financian la estabilidad de la economía que generó la crisis. China y Japón poseen un control relativo sobre el dólar, y dada su actitud ante la situación cabe conjeturar que les conviene conservar su estabilidad. Y así, en el escenario internacional se trata de conservar.
En este sentido camina también el escenario local. A los actores nacionales y regionales les queda “decidir” cómo se hace para recibir los impactos de la manera menos dañina posible. Esto en acción conjunta, preferentemente, en especial con Brasil. Actuando sobre un conjunto de instrumentos como el tipo de cambio, mecanismos arancelarios y para arancelarios, los que modifican su relación con el exterior y entre si.
A pesar de que nuestro sistema financiero estaba relativamente desacoplado del internacional, lo que se presume aporta mayor seguridad, se han generado corridas al dólar y al colchón. Por otro lado se habla de que hay capitales argentinos que estaban en bancos estadounidenses que fueron los primeros en irse y están queriendo volver a nuestra economía. Esta ambigüedad da cuenta de la incertidumbre que se vive en estos días y del cuidado que hay que tener con el criterio de ciertos actores “nacionales”.
Ante tal incertidumbre es necesaria una acción concertada entre las diversas fuerzas políticas a nivel interno y regional que de un marco de fuerte confianza .Que ese escenario no es probable lo prueban experiencias internas resientes por de más conflictivas. Son necesarias políticas comunicacionales y programáticas que orienten fondos hacia inversiones estratégicas con apoyo del Estado y del sistema financiero (regulado por el primero) para promover la actividad productiva local y la progresiva autosuficiencia de la economía y del mercado interno. Está en juego la capacidad del gobierno de mantener lo que construyó: el empleo, el salario, el crecimiento, en fin, el modelo (“acumulación” con “inclusión”). En cuanto a proyectos de desarrollo que impliquen desconcentración de la economía y alguna redistribución más igualitaria del ingreso y del poder económico, o políticas de desarrollo sustentable a nivel ambiental...mucho pedir para una coyuntura netamente “conservadora”. ¿Y la inflación?. Es decir, cosas que antes eran mas o menos viables ahora tendrán que esperar, más en un contexto en el que el viento de cola está en cuestión. Los precios de los comodities han bajado, por lo que uno de los pilares de ese modelo ve menguada su capacidad de proveer de superávit fiscal. El impacto de la crisis sobre otras economías puede impactar sobre la nuestra desde el lado de la demanda. Ya se registra menor demanda de ciertos productos industriales. Es esperable un enfriamiento relativo de la economía.
No hay nada demasiado nuevo. Para algunos como yo el Capitalismo siempre estuvo en crisis. Sin embargo, esto no significa que no siga habiendo “señales” de algún cambio en relación a la catástrofe noventista. Sería justo que los jubilados no tengan que sufrir las irresponsabilidades de las AFJPs una vez más y que éstas se hagan o sean hechas responsables. Más justo sería que a partir de ahí se institucionalice un sistema provisional solidario y confiable.
Sigue vigente la pregunta por la acción colectiva, la capacidad de movilización de sectores populares hacia la construcción de Otra Economía y otra forma de ser sociedad...digamos Socialismo. La coyuntura no hace más que reafirmar algunas certezas sobre su necesidad y otras sobre su posibilidad. Los muros mentales están primero y son más cercanos que el de Wall Street a pesar de la globalización y a pesar de que sean difícilmente distinguibles los unos con el otro. Hasta que los valores de la economía “real” sean más valores o más reales quedan muchos muros por tirar y muchos por levantar.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Mati, no me queda muy en claro que es lo q querés señalar con el título: quién está o debe reconstruir el muro de Wall Strett?
En sólo una pavada, acuerdo en general con lo que apuntas..
Saludos!
Magda

Matogrosso dijo...

Magda, el sentido que le quise dar al título es en general el del artículo: los actores hegemónicos a nivel mundial se están ocupando de “reconstruir el muro” de Wall Street. Viene ligado a ese artículo de Alfredo Zaiat, “La caida del muro de Wall Street”, con toda la carga simbólica que nos remite al muro de Berlín. Entonces, si se está reconstruyendo el muro es porque se viene cayendo a pedazos como en una carrera de egoístas que intentan desesperados trepar un muro que tiene sueltos sus ladrillos más altos y que cada vez que se agarran de uno de los ladrillos sueltos pierden el equilibrio y caen encima de los que vienen debajo así como los ladrillos caen en las cabezas de los que miran desde la base. Pero ¿quién provee de ladrillos a ese muro? ¿qué es lo que está fallando en el “sistema” mundial que tiene que valerse de la construcción de muros (EEUU-México, Israel-Palestina) como en el medioevo y la antigüedad? ¿Se cayó el muro, o , como dice Noelia, el capitalismo cada vez funciona “mejor”? Me parece que en general todos en este blog estamos de acuerdo en lo segundo. Mientras las metáforas de muros sean legítimas (peor aún los muros reales), como las de monstruos y ambulancias traidoras, los analistas políticos en particular y la Humanidad tendremos mucho trabajo que hacer...
Saludos,
Mati.

PD: Echémonos a correr en la noche que las estrellas supieron guiar a los viajantes.

Noel dijo...

Exácto.... sólo me distraje y ya se solucionó la incógnita, yo quería aportar antes de que el autor devele su significado jajaja..
Creo que (aunque sé, peco de pesimista)el muro va a terminar reconstruyendose dejando tirados algunos bloques pesados sobre la economía de países en vías de desarrollo o subdesarrollados a los cuales le va a costar un poco más recuperarse. Aunque no descarto que la crisis sea aprovechada y en conjunto se logre amortiguar la caída.
Saludos
María Noel Ferri

Anónimo dijo...

Mati, te hice esa pregunta porque apenas termine de leer tu artículo me dió la sensación de q en el título abogabas por la reconstrucción del muro, algo que estaba en contradicción con lo sustantivo del artículo...
Sólo una pregunta tonta, Gracias por responderla!!
Magda